una mujer querida o a querer
exorcisa por una vez la muerte.
-Mario Benedetti
1
¿Y si vamos
a quemar las naves,
luego a
inventarnos ficciones sin mentiras?
las
estrellas no nos mirarán como antes;
ahora nos
verán juntar dos pequeñas alegrías.
Kioscos,
plazas y avenidas,
atentas
miradas seguirán por las calles
nuestros
pasos, nuestras vidas;
nada habrá
que nos detenga, que nos pare;
tomará
nuestra voz hasta la última cima;
estarán el
día y la noche de nuestra parte,
rompiendo el
silencio, haciendo ruido con tinta.
2
Vamos a quemar
las naves:
a
inventarnos ficciones sin mentiras.
Vamos a
pintar los muros de las calles:
a imprimirle
aliento a dos pequeñas alegrías.
Vamos a
dejar llevarnos por los malabares
de las
palabras y sus rimas.
Vamos a
dejar que las furias canten:
que un verso
y un beso nos den vida.
Vamos a
dejar que la pasión hable:
que la tinta
sea letra compartida.
Vamos a
juntar nuestras soledades.
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